Bruno Zevi afirmaba: “La arquitectura no deriva de una suma de longitudes, anchuras y alturas de los elementos constructivos que envuelven el espacio, sino dimana propiamente del vacío, del espacio envuelto, del espacio interior, en el cual los hombres se mueren y viven.” Y justo ahí, en el vacío del espacio envuelto es donde desarrolla principalmente su trabajo SRstudio, buscando la riqueza espacial a través de la esencialidad de las formas, la pureza de los materiales y la luz tratada como un material. Desprendiéndose de lo superfluo y resaltando la esencia y el detalle. Y así bajo estas premisas surge este proyecto.
Para SRstudio este proyecto parte de tres premisas: las necesidades de los clientes, la luz y la materialidad, materialidad entendida como una superposición de capas que enriquezcan el espacio a través de la narrativa del pasado que nos descubrirá el futuro, encontrándose en el presente.
Los arquitectos han buscado realizar un telón de fondo para ser habitado, donde la sencillez volumétrica y formal dan como resultado una estética que es la consecuencia de la racionalidad. Empleando cada material con su propia expresión y su composición intrínseca.
El objetivo girar completamente la vivienda, aprovechando la luz natural para habitar espacios originalmente en desuso y creando un espacio renovado en el que se reconozcan las huellas de la vida transcurrida. Para tal fin mantienen el pavimento de mármol y las molduras de los techos que tantos momentos han albergado y los complementan con nuevos materiales que los pongan en valor: microcemento en el baño principal, carpintería blanca lacada y como actor protagonista la cocina de castaño.
Jose Ortega y Gasset afirmaba que: “El progreso no consiste en aniquilar hoy el ayer, sino, al revés, en conservar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de crear ese hoy mejor.”